Poesías inolvidables

Pensamientos de Antonio Machado

* ¿Dices que nada se crea?, no te importe, con el barro de la tierra, haz una copa para que beba tu hermano.

 

* Ayudadme a comprender lo que os digo y os lo explicaré mejor.

 

* Benevolencia no quiere decir tolerancia de lo ruin, o conformidad con lo inepto, sino voluntad de bien.

 

* Converso con el hombre que siempre va conmigo. Quién habla solo, espera hablar con Dios un día.

 

* Despacito y buena letra, que el hacer las cosas bien, importa más que el hacerlas.

 

* Dicen que el hombre no es hombre mientras no oye su nombre de labios de una mujer

 

* El cine... ese invento del demonio.

 

* El ojo que tú ves no es ojo porque tú lo veas, es ojo porque él te ve.

 

* En caso de vida o muerte se debe estar con el más prójimo.

 

* La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos.

 

* En España, de cada diez cabezas, nueve embisten y una piensa.

 

* En política sólo triunfa quien pone la vela donde sopla el aire; jamás quien pretende que sople el aire donde pone la vela.

 

* Es propio de hombres de cabezas medianas embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza.

 

* Españolito que vienes al mundo te guarde Dios, una de las dos Españas ha de helarte el corazón.

 

* Hay dos clases de hombres: los que viven hablando de las virtudes y los que se limitan a tenerlas.

 

* Huid de escenarios, púlpitos, plataformas y pedestales. Nunca perdáis contacto con el suelo; porque sólo así tendréis una idea aproximada de vuestra estatura.

 

* La carencia de vicios añade muy poco a la virtud.

 

* La primavera ha venido, nadie sabe cómo ha sido.

 

* La verdad es lo que es, y sigue siendo verdad aunque se piense al revés.

 

* Caminante no hay camino, se hace camino al andar.

 

* La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos.

 

Estas últimas palabras las repetía Diego Fernández de Cevallos y algunos se las atribuyen erróneamente. Pero atribuírselas a Machado también es un error, porque es en realidad uno de los aforismos de Epicuro de Samos, filósofo griego (341-270 A.C.). Dice así:

 

La muerte, temida como el más horrible de los males, no es, en realidad, nada, pues mientras nosotros somos, la muerte no es, y cuando ésta llega, nosotros no somos.

 

Otra versión: ¿Por qué temer la muerte?, si mientras existimos, ella no existe y cuando existe la muerte, entonces, no existimos nosotros.

 

Otra versión: La muerte es una quimera: porque mientras yo existo, no existe la muerte; y cuando existe la muerte, ya no existo yo.

 

Otra versión: La muerte es una quimera, pues cuando yo estoy, ella no está; y cuando ella está, yo no.

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