Personajes

Alfonso Diez

alfonso@codigodiez.mx

¿Ha muerto la leyenda de Freud?

Desde que surgió el Psicoanálisis, a finales del siglo XIX, surgieron también sus detractores, lo mismo que del fundador de la corriente, Sigmund Freud; pero ninguno había sido tan feroz, con un ataque tan personal contra el llamado “Padre del Psicoanálisis” como Michel Onfray, que con su libro “El crepúsculo de un ídolo. Fabulación freudiana” ha causado un revuelo tal entre la comunidad freudiana que ha propiciado la respuesta airada tanto de miembros de la misma como de filósofos y pensadores de prestigio.

Onfray tacha a Freud de angustiado, fóbico, ambicioso, mentiroso, supersticioso destructor de pruebas y creador de falsos casos de tratamiento. Y lo peor es que muchas de las pruebas que aporta son ciertas, al grado de que hay quienes ya llegaron al punto de plantear la posibilidad de que éste sea el principio del fin del prestigio de Sigmund Freud.

Pero vayamos por partes. ¿Quién es Michel Onfray y qué plantea?

Es un filósofo nacido en Argentan, Francia, el 1 de enero de 1959, en el seno de una familia de agricultores. Prolífico autor de libros.

Dice en su trabajo sobre Freud que éste:

1.- Cobraba mucho por consulta, algo equivalente en la actualidad a 450 euros ($7,500 pesos) por sesión (una diaria, de lunes a viernes).

2.- Se dormía en las sesiones y se justificaba aduciendo que los inconscientes se comunican, por lo que podía dormirse sin afectar el tratamiento; a esto le llamó “Atención flotante”.

3.- Regaló uno de sus libros, “Porqué la guerra”, a Benito Mussolini, con una dedicatoria que decía: “A Benito Mussolini, con el saludo respetuoso de un anciano que reconoce en la persona del dirigente  a un héroe de la cultura. Viena, 26 de abril de 1933”.

4.- Consideraba que la muchedumbre era informe, una especie de masa peligrosa a la que había que darle forma.

5.- Plasmaba la idea de que la democracia no es algo bueno, el marxismo tampoco.

6.- No descubrió el inconsciente, que existía ya en la obra de Nietzsche, Schopenhauer, y Eduard Von Hartmann.

7.- Muchas de las curaciones de sus pacientes son falsas, nunca curó a Ana O, el hombre de las ratas, el hombre de los lobos o el pequeño Hans.

8.- Aseguraba que el psicoanálisis representaba el fin de los medicamentos (“un psicoanalista no cura con medicamentos”), pero hay testimonios, como el de el famoso hombre de los lobos, Sergueï Pankejeff, que afirman que Freud prescribía medicamentos.

9.- Viajaba en un tren, con su madre y “no pudo evitar verla desnuda… Imposible no desearla” y de ahí dedujo que todos los niños desean a sus progenitores.

10.- Destruyó, con ayuda de sus discípulos, mucha correspondencia que lo incriminaba como adepto a la numerología, el ocultismo y la telepatía.

11.- Muchos de sus escritos están en una caja fuerte en Washington, inaccesibles al público y los investigadores hasta el 2057.

Onfray ha dicho en entrevistas periodísticas que se interesó por estudiar a fondo a Freud y obtuvo como resultado el libro que recién publicó después de leer “El libro negro del psicoanálisis”. Una ojeada al índice de este último nos deja claro que Onfray siguió la misma línea de ataque personal del libro en el que se inspiró:

PARTE I. LA CARA OCULTA DE LA HISTORIA FREUDIANA

 

1. Mitos y leyendas del psicoanálisis

2. Las falsas curaciones

3. La fabricación de los datos psicoanalíticos

4. ¿La ética del psicoanálisis?

 

PARTE II. ¿POR QUÉ EL PSICOANÁLISIS TUVO TANTO ÉXITO?

 

1. A la conquista del mundo

2. El poder de seducción del psicoanálisis

3. La excepción francesa

 

PARTE III. EL PSICOANÁLISIS FRENTE A SUS IMPASSES

 

1. ¿El psicoanálisis es una ciencia?

2. ¿El psicoanálisis es una psicoterapia?

3. ¿El psicoanálisis es un instrumento del conocimiento de sí?

4. Los clarividentes

5. Cómo el psicoanálisis se ha inmunizado contra la crítica

 

PARTE IV. LAS VÍCTIMAS DEL PSICOANÁLISIS

 

1. Las víctimas históricas

2. Padres y niños, primeras víctimas

3. El drama del autismo

4. Heridos por el psicoanálisis

5. Un caso ejemplar: la toxicomanía

 

PARTE V. HAY VIDA DESPUÉS DE FREUD

 

1. La revolución de las neurociencias

2. ¿Y los medicamentos?

3. Las psicoterapias de hoy

 

Quienes han respondido tanto al “Libro negro…” como al “Crepúsculo de un ídolo…” cayeron en la trampa que ambas publicaciones tienden al lector: Ninguna de éstas critica la teoría psicoanalítica, se enfocan, como se planteó antes, en el ataque personal a la figura de Freud, en develar supuestas inclinaciones, actitudes y costumbres del personaje central para dar por destruida su teoría.

No caeremos en la misma trampa. Para destruir un concepto hay que bordar alrededor de éste, analizarlo y finalmente señalar sus errores, pero no es el caso de Onfray, ni de los autores de “El libro negro del psicoanálisis”. No destruyen, en consecuencia, ninguna teoría freudiana.

Ciertos o falsos los señalamientos personales en su contra, la obra de Sigmund Freud sigue vigente, no ha sido tocada en lo mínimo.

Durante el último siglo ha habido muchos intentos de ataques al psicoanálisis freudiano y en todos los casos ha quedado claro que son fruto del temor que les inspiran sus fundamentos.

El caso de Onfray es uno más.

Veamos, punto por punto:

1.- Cobraba mucho, ¿y?

2.- La “Atención flotante” es un punto ciertamente criticable en la práctica de algunos psicoanalistas que no afecta en absoluto la teoría.

3.- El regalo fue hecho el 26 de abril de 1933. Todavía no comenzaba la Segunda Guerra Mundial ni se revelaba Mussolini como la figura de apoyo a Hitler que fue.

4.- Lo mismo decía, con razón, Ortega y Gasset: “Las masas nunca tienen la razón”.

5.- Un punto de vista acerca de la política sin nada que ver con el psicoanálisis.

6.- La concepción de “lo inconsciente” de Freud es parte de la teoría psicoanalítica. Si alguien mencionó el concepto de inconsciente como lo no consciente del individuo lo hizo sin vislumbrar en absoluto lo que sería el psicoanálisis.

7.- Cierto, en parte. Indefendible. Pero muchos casos de curaciones reales avalan la teoría.

8.- Freud aseguraba que el psicoanálisis significaba el fin de los medicamentos para las enfermedades que trata éste y que todas tenían un origen psicosomático, pero nunca dijo que a partir del momento del tratamiento los psicoanalistas dejarían de prescribir medicamentos. Afirmaba que el psicoanalista ideal no debía ser médico, para no arrastrar la influencia de los estudios del mismo.

9.- Reconoció su propio complejo de Edipo, pero no edificó todo el concepto a partir de la anécdota que él mismo narraba.

10.- Si la destruyó, ¿cómo saberlo? Como el caso del que afirma que existen los fantasmas, es el obligado a probarlo, no los demás a probar que no existen. Pero eso de creerlo afecto al ocultismo, que él mismo criticó, es simplemente absurdo.

11.- Desconozco el hecho. De ser cierto, habría que saber porqué, pero aseguro que en ninguno de tales escritos (insisto, de ser cierta la afirmación) se va a encontrar una revelación en la que Freud diga que el psicoanálisis es un fraude, por ejemplo.

Lo dicho, el caso de Onfray es uno más.

(Otros “Personajes” acerca de Freud: “Freud, el ser humano”, del 5 de mayo de 2008 y “Elemental, Dr. Freud”, del 5 de septiembre de 2009).

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