Personajes

Alfonso Diez

alfonso@codigodiez.mx

Alondra de la Parra fracasó

El 25 de mayo de 2011 se presentó Alondra de la Parra dirigiendo la Orquesta Filarmónica de las Américas en el Auditorio Nacional. Presentó su disco, “Travieso carmesí”, que incluye 16 melodías. 13 de éstas son canciones interpretadas por Denise G.M., Ely Guerra y Natalia Lafourcade.

Es penoso decirlo pero el concierto, y en consecuencia el disco, resultó un fiasco.

Una tras otra las cantantes mencionadas se dedicaron a destrozar las canciones que interpretaron, algunas en solitario y otras a dúo o en trío.

Hemos escuchado en infinidad de ocasiones Solamente una vez, Farolito y Piensa en mi, de Agustín Lara; Júrame y Te quiero dijiste, de María Greever; Estrellita, de Manuel M. Ponce; Amanecí otra vez, de José Alfredo Jiménez; Cucurrucucú paloma, de Tomás Méndez; Vereda tropical, de Gonzalo Curiel; Un viejo amor, de Alfonso Esparza Oteo; La llorona, Sandunga y Cielito lindo.

Son canciones mexicanas clásicas, podríamos decir y a lo largo de decenas de años las hemos escuchado en voces como las de Jorge Negrete, Pedro Infante, Lola Beltrán y muchos otros cantantes verdaderamente profesionales que nos han dejado la huella de su sensibilidad.

Para atreverse a producir un disco con tales canciones habría que contar con intérpretes de calidad, profesionales, que sepan proyectar el sentimiento que sus autores nos legaron, pero Alondra cometió el error de producirlo con las menos indicadas. Tal vez en el ámbito en que se desenvuelven tienen éxito, pero nunca debieron atreverse a grabar las clásicas mencionadas y posteriormente a interpretarlas en un concierto en el Auditorio.

Lo que hicieron (y he estado midiendo mis palabras) puede ser equiparado a un fraude por los amantes de esta música.

Los arreglos son, en su gran mayoría, de Ljova, algunos buenos y otros desaprovechando instrumentos que nos pudieron ofrecer música espectacular y quedaron en simple ejecución de banda de pueblo (insisto, algunos). El Huapango de Moncayo es un clásico que estuvo bien ejecutado, lo mismo que el vals Sobre las olas, de Juventino Rosas.

Armando Manzanero "salvó" la noche, se presentó al final como invitado sorpresa interpretando tres canciones: Adoro (con su versión en maya que nos deleitó en el concierto de Chichén Itzá, con Plácido Domingo), Por debajo de la mesa y Esta tarde vi llover. Puso a cantar a las tres mencionadas juntas y le atinó, se oyen bien así. De manera sorprendente, por tratarse de un profesional como él, en ocasiones olvidó la letra y repitió estrofas por lo mismo.

Natalia tiene una voz sosa, plana, sin claroscuros, no proyecta sentimiento.

Ely desentona, se adelanta, se atrasa, y cambia los acordes originales de lo que interpreta; tiene una voz opaca que “no pasa bien en el micrófono” (como se dice en el argot) y como no puede alcanzar las notas altas “dice” la canción con un volumen y en una tonalidad baja. En “La llorona” gritó al final, gesticulando de manera patética. Antes de comenzar una de las interpretaciones, Alondra de la Parra le reprochó abiertamente que se hubiera adelantado en una canción durante su presentación del 15 de septiembre, con el evidente afán de hacer notar a los asistentes que tal pifia no había sido error de ella, la directora, pero esa llamada de atención fue poco profesional (pobre Ely).

Denise G.M. antes se hacía llamar Lo Blondo, como parte de un grupo musical llamado Hello seahorse!. Alondra la llamó por su verdadero nombre: Denise Gutiérrez (como quien le dice: “A mi no me vengan con que G.M., o Lo Blondo”). Es la de menos experiencia y tal vez la más joven de las tres cantantes, pero la menos mala. Tiene una bonita voz de soprano, pero pequeña y sin dicción; el 20% de lo que cantaba no se entendía. Necesita vocalizar.

Alondra de la Parra Borja refirió en una de las ocasiones en que se dirigió al público que las tres cantantes y ella eran de la misma generación. Alondra nació en Nueva York, en 1980; Ely (Elizabeth Guerra Vázquez) en Monterrey, el 13 de febrero de 1972; María Natalia Lafourcade Silva en la Ciudad de México, el 28 de febrero de 1984 y vivió gran parte de su infancia en Iztacalco. No conozco la edad de Denise ni dispongo de sus datos personales.

El papá de Alondra es Manelick de la Parra Dulché, hijo de Yolanda Vargas Dulché (conocida por escribir y publicar historietas como “Memín pinguín” y “Rarotonga”) y de Guillermo de la Parra, editor y distribuidor de revistas.

No se pone en duda el talento de Alondra como directora de orquesta. Tiene mucho carisma, es guapa y parece proyectar a sus músicos la pasión que se requiere para interpretar, aunque en ocasiones da la impresión de sobreactuar, ya sea al abrir desmesuradamente los ojos o al cerrarlos mientras dirige. Pero es bella y su presencia y actitudes son siempre bien recibidas.

Cayó ahora, sin embargo, en lo que algunos llaman “El principio de Peter”: Rebasó sus limitaciones, produjo un disco para el que no escogió a las cantantes adecuadas y éstas lo destrozaron. Raro en Alondra porque ella misma ha contado que en una ocasión “le sacó la tarjeta roja”, como en el futbol, a uno de los integrantes de su orquesta y lo expulsó de la misma porque no daba el ancho.

¿Qué debía haber hecho cuando se dio cuenta del pésimo disco que estaba produciendo? Despedir a las cantantes y contratar a otras. Tal vez a María del sol, Rocío Banquells y Yuri. No son de su generación, pero el disco hubiera sido un éxito rotundo.

¿O tal vez ese era su plan, para que la orquesta brillara, para que no fuera opacada por las voces de las intérpretes? No lo creo.

Una posible explicación es que Alondra no tiene la cultura musical que se requiere para hacer el disco en cuestión; es decir, como nació en Nueva York y toda su vida ha vivido en el extranjero no conoce la música popular mexicana y nunca ha escuchado las canciones mencionadas en la voz de tantos cantantes que le podían haber servido como punto de comparación para hacer una buena producción con "Travieso carmesí". Claro que conoce de música clásica, pero seguramente no la multimencionada. ¿La conoce a fondo el arreglista, Lev "Ljova" Zhurbin?

No conocía a Alondra de la Parra, pero tanta publicidad a lo largo de los últimos meses, a partir del 15 de septiembre, me hizo esperar un magnífico concierto y no fue así.

Alondra me decepcionó porque confié en ella, confié en que iba a presenciar un concierto grandioso, un disco bello que compraría después del concierto, pero su profesionalismo no estuvo presente en este aspecto. Dejó pasar y el resultado fue un fiasco.

No sé si volveré a ver un concierto con Alondra de la Parra, para eso haría falta que me conquistara. Y no sé cómo.

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